Ya son casi 15, quince los años que estás a mi lado y yo aprendiendo contigo. Me has dado tanto, desde los primeros días me has regalado mucho. Me has brindado alegrías, fuerza, dudas, sustos, sonrisas, me has dado todo, has dado sentido a mi vida. Este tiempo no ha pasado en vano por que te veo y me sorprendo pero no de tí sino de mí. Sí, de mí. A veces en silencio me pongo a pensar en lo grande que eres y en la bondad de Dios. Él fue bueno conmigo y me bendijo contigo. Ninguna como tú. Nadie que conozco tiene tu paciencia, tu ternura, tu corazón. Eres mi hija y cualquiera podría pensar que hablo maravillas porque naciste de mí, pero los que te conocen no me dejarán mentir que tú eres un ser humano maravilloso. Una persona que todos desearíamos tener como amiga, como hermana, como prima, compañera o que se yo. Pero fui la más afortunada porq soy tu mamá, me emosiona y lloro con gozo en el pecho al saber que te traje al mundo y solo me has dado satisfacciones.
Somos tan diferentes, yo boto tu recojes. Yo amontono, tu acomodas, yo grito tu me miras, te observo y con tus ojos me calmas. Siempre ha sido así. Jamás olvido aquel día cuando llena de enojo te regañé, sabía que exageré por la manera que lo hice y te pedí perdon (tengo un nudo en la garganta) tu me dijiste: "No te preocupes mami, eres una mamá pero también eres un ser humano y te equivocas". Solo bajé la cabeza y lloré. Ves? Ninguna como tu! Desde ese día algo cambió en mí y supe ver el ángel que hay en tí.
Y así, así has sido tu. Has sido un bálsamo para mis heridas, una luz en mi camino, la paz de mi alma, mi amor y mi destino.
Hoy vuelvo a dar gracias a Dios por tu existencia, contigo viví la dicha de ser madre. Y prometo de corazón respetarte siempre, porque nadie más que tú ha visto lo peor de mí y sigues amándome. Mereces lo mejor de mí siempre y para siempre.
Hija de mi vida, te amo con el alma, con mis fuerzas y te admiro con todo mi ser.
Con amor infinito: Mami Ginna